Domótica. Sus ventajas y costes
La transición de una casa tipo estándar hacia un modelo de hogar digital, la aplicación de las tecnologías más avanzadas en materia de control energético, seguridad, y comunicaciones cuesta entre 1.500 y 3.000 euros lo que equivale al 1,5% – 2% del costo de las instalaciones de una vivienda. Sin embargo es importante destacar que este dinero se amortiza cada cuatro años gracias al ahorro energético que permiten estos equipamientos y mejoras.
De esta manera, con la aplicación de sistemas domóticos se puede acceder al ahorro de un 25% de energía como mínimo, cantidad que puede llegar al 50% si se incluye un sistema de captación y generación de energía solar y geotérmica.
En una casa domótica, a través de un comando sencillo se puede encender o apagar las luces, la calefacción, subir las ventanas. Estas acciones también se pueden ejecutar a través del teléfono móvil. Por otro lado, a través de unas pantallas táctiles podemos recibir información específica acerca del consumo del hogar y la comparativa con el ahorro percibido a nivel nacional.
Estos hogares están equipados con fibra óptica y reciben televisión digital y en muchos casos en 3D. Respecto a internet tienen acceso por banda ancha y esto permite utilizar dispositivos con IP, lo cual hace que cada equipo se integre a la red doméstica y puedan ser controlado desde cualquier lugar donde se encuentre, sin lidiar con complejos cableados.
Las casas inteligentes están pensadas para la instalación de detectores de movimiento, alarmas anti-incendios y toda una serie de dispositivos de asistencia sanitaria para respaldar a los ancianos y personas discapacitadas a los efectos de darle más autonomía dentro del hogar inteligente y al mismo tiempo cuidar su salud. Esto es fundamental destacarlo pués la domótica está abocada a mejorar la calidad de vida de todas las personas por igual.
Otro detalle importante es el despliegue de dispositivos para evitar accidentes domésticos. Este tipo de casas cuenta con una serie de sensores y equipos que están atentos para avisar en caso de fugas de gas, detección de fuego, un grifo que quedó abierto por error, …
Hay otros factores que contribuyen a brindar mayor placer a las personas. Por ejemplo, si se quiere ver una película, con solo pulsar un botón las luces se apagan y las persianas se bajan para lograr el clima adecuado. O en otro caso, el agua de la ducha no sale hasta que tiene la temperatura programada con el usuario. La domótica está atenta a todos los detalles para hacer de la vida de las personas algo verdaderamente placentero.