Hogares inteligentes que «aprenden»
El concepto de hogar inteligente evoluciona cada vez más para adaptarse mejor a las necesidades de las personas que habitan en ella y así potenciar las prestaciones de la domótica.
En este caso está evolucionando para convertirse en un ente capaz de interactuar y brindar soluciones por iniciativa propia a sus habitantes.
Los nuevos hogares inteligentes están atravesando un desarrollo en el que van a poder «aprender» a asimilar información relativa a los hábitos cotidianos de las personas que viven en ella para satisfacer todas sus demandas.
En términos generales los hogares inteligentes integran la tecnología precisa para automatizar funciones del hogar tales como subir/bajar ventanas y en general controlar los sistemas de iluminación, calefacción, …. Además las prestaciones de la domótica brinda servicios de gestión de energía, seguridad y confort a través de redes domésticas interiores y exteriores.
Este concepto tradicional está evolucionando. Los nuevos hogares inteligentes están siendo pensadas para procesar la información que captan de las personas que viven en la casa.
Los seres humanos son animales de costumbres y estos hábitos cotidianos y repetitivos pueden ser captados y procesados por la casa para luego comportarse en función de la rutina de cada uno de los que habitan en ella.
El procedimiento se hace mediante sensores y la prueba piloto fue realizada en un departamento de la Universidad de Washington.
La aplicación sería la siguiente, si la persona está haciendo la comida la casa detecta esta acción y está atenta ante cualquier descuido. Si por error la persona deja encendido el fuego o queda algún grifo abierto, la casa envía la alerta para que la persona corrija el error, evitando accidentes.
Esto es posible ya que estas casas utilizan un sistema que se llama CASAS y se encarga de analizar las señales que registran los sensores y que han sido desarrollados por la investigadora Diane Cook y su equipo de trabajo en el marco del proyecto Casas Smart Home Project. Incluso en la web de la iniciativa se describe detalladamente que el objetivo primario era desarrollar un entorno que perciba lo que pasa adentro de la casa y en su exterior a través de sensores.
La otra parte del proyecto ha sido desarrollada por Parisa Rhashidi y consiste en que la casa asimile los hábitos de los residentes sin necesidad de suposiciones previas o reacciones esperables.
Las diferentes pruebas que se han realizado hasta ahora han sido todas exitosas. En uno de los casos una persona vivió un mes en una casa de este tipo y el sistema tardó un mes aproximadamente en «aprender» los hábitos del individuo y no se registraron grandes falencias.
El futuro de los hogares inteligentes evoluciona para convertirse en un verdadero aliado.