Inodoros con laboratorio médico incorporado

La domótica está presente cada día en nuestros hogares aunque no seamos conscientes de ello (control a distancia de distintos electrodomésticos, programación de encendido y apagado del sistema de riego, seguridad…), logrando una mayor seguridad, ahorro energético, de espacio y de trabajo. En este artículo nos acercaremos al tema de la tecnología en el cuarto de baño, y más concretamente en los inodoros médicos.

Ya ahondábamos ayer que son varias las casas de sanitarios que han lanzado al mercado inodoros con bidet incorporado, ahorrando espacio en el aseo y facilitando las tareas a las personas con escasa movilidad.

Pero si esto nos parecía un gran avance para las personas con dificultades motoras, la empresa japonesa Toto va más allá y crea el primer sanitario con laboratorio médico incluido. Un paso más que facilitará a las personas mayores o con dificultades locomotoras el controlar su salud sin tener que salir de casa. Es decir, esta última generación de inodoros posibilita el analizar la orina, medir la temperatura, la tensión y controlar el peso, cuando uno está haciendo uso de él.

Para ello, sus creadores han incorporado un tubo que recoge la muestra de orina para su análisis, una báscula oculta que pesa al individuo y a través de un brazalete se controla la tensión arterial. Los resultados de estos análisis se pueden observar en una pantalla en la pared o bien se transmiten directamente al ordenador para que si se considera oportuno se envíen al médico.

La empresa japonesa, creadora de este útil aparato, ya está pensando en mejorarlo con análisis más precisos y exhaustivos y que transmitirán los datos directamente a la familia o al médico que hace nuestro seguimiento.

Como se puede imaginar han sido creados pensando en un público de edad avanzada, o con problemas motrices, pero cada día son más los jóvenes que se preocupan por su salud y se interesan por este modelo que puede almacenar los resultados de 5 personas y tiene un precio medio de 3.800 euros.

¿Se puede pedir más?