La inmótica en los hoteles
La tecnología inmótica, la cual se encarga de automatizar un edificio, es cada vez más común, habiendo llegado a niveles de los que quizá, hoy en día, no somos totalmente conscientes.
Conseguir que todos los clientes estén confortables y satisfechos es para el hotelero una de sus premisas más importantes. Si a esto unimos la seguridad del edificio y la reducción de costes energéticos, junto a la funcionabilidad laboral, tenemos todo aquello que engloba sus preocupaciones, ofreciéndole la inmótica todo el control sobre ello.
En cuanto a la seguridad, podrá estar tranquilo en el caso de que se produzca un escape de agua o de gas, ya que el circuito instalado hará que se corte o se desconecte activando una alarma, la cual puede ser de varios tipos, como la de avisos, ya sea a nivel interno del edificio o externo, creando las llamadas pertinentes a los distintos centros de seguridad programados.
De la misma forma, se pueden instalar distintos tipos de dispositivos los cuales tendrán como objetivo economizar el consumo energético. Dichos dispositivos pueden ser los de la iluminación, reduciendo su potencia según la necesidad de las dependencias. Así pues, no será necesario tener la misma intensidad de luz en el comedor que en los pasillos de acceso a las habitaciones. Y en éstas, se pueden reducir los costes aún más, instalando un sensor de movimiento, el cual hará que se active la luz, programándolo para que se desconecte pasado un tiempo.
La programación de los dispositivos, creando un control de activación y desactivación, son también muy frecuentes en los sistemas de calefacción, pudiéndolos regular a un nivel de confort óptimo para que el cliente se sienta a gusto en todo el recinto del hotel. Existe ya una tecnología dentro de la inmótica que son los dispositivos activados mediante la voz. Ellos harán que se enciendan o apaguen las luces de las habitaciones del huésped, así como también controlarán la apertura de puertas y persianas.
Todos estos sistemas, instalados dentro del hotel, hacen posible que la reducción del costo energético llegue a ser hasta del 60 por ciento en las facturas, paliando así el gasto de las instalaciones, y haciendo que se amorticen de forma rápida.