Las aguas residuales se convierten en recursos gracias a las depuradoras más avanzadas

El ámbito de la tecnología y el de la investigación van siempre de la mano con el claro objetivo de dar lugar a la creación de una serie de dispositivos que contribuyan especialmente a conseguir una mejor calidad de vida para el ciudadano y una apuesta firme por la sostenibilidad medioambiental.

En esta línea tenemos que hacer mención a un proyecto, llamado NOVEDAR Consolider, que está desarrollando el Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas del País Vasco  (CEIT). En concreto con él lo que se está trabajando es en la creación de las estaciones depuradoras de aguas residuales del siglo XXI.

Unas depuradoras que gracias a la más alta tecnología conseguirán convertirse las citadas aguas residuales en recursos que puedan ser útiles en nuestra sociedad. Así, según se ha dado a conocer por CEIT y por el resto de entidades que también participan en el proyecto (Universidad de Girona, Universidad de Santiago de Compostela, universidades de Holanda…), que aquellas se podrán convertir en energía en forma de metano, nutrientes para ser utilizados como abono, agua para riego o incluso compost para ser empleado en el ámbito agrícola.

En la última fase se encuentra está iniciativa que una vez concluida y puesta en marcha se va a convertir en una interesante alternativa eco-eficiente que podría englobarse de esta manera dentro de lo que es el gran concepto de smart cities o ciudades inteligentes.