Videovigilancia IP
La tendencia habitual en la integración de los dispositivos, equipos y sistemas de una casa inteligente en estos últimos años está siendo al igual que en otros sectores de tecnología, la integración en una red IP.
Este tipo de sistemas y redes IP, simplifica notablemente la instalación, dando la opción al usuario final de poder controlarlos desde cualquier lugar donde se encuentre, tanto si este se encuentra en la vivienda, como si está de viaje fuera de la casa a miles de kilometros, podrá controlar sus sistemas como si estuviera en el salón frente a su teclado. Ya no importan las distancias.
Los sistemas basados en una red IP se aplica mucho a los sistemas de seguridad actuales, principalmente en los sistemas de videovigilancia o circuito cerrado de televisión (CCTV), donde el usuario dispone de la capacidad de acceder al sistema desde diferentes terminales simultaneamente, tanto de forma local como remota. Situación muy ventajosa para los sistemas basados en redes IP frente a la situación tradicional que implicaría una complejidad en la instalación y aumento en el coste de equipamiento.
Los especialistas aseguran que este sistema cambiará radicalmente las formas tradicionales de seguridad para residencias y edificios.
Prácticamente todos los sistemas de seguridad residenciales pueden basarse en una red IP. Además esta modalidad está creciendo a pasos agigantados y busca en un futuro cercano poder expandirse a diferentes áreas para poder brindar al usuario la posibilidad de tener una gestión plena a distancia.
Las limitaciones de distancia, caida de tensión y perdida de señal, propias de un sistema tradicional de videovigilancia, quedan totalmente eliminadas con los nuevos sistemas de videoviglancia basados en redes IP.
Además el consumo de ancho de banda por el cual los sistemas tradicionales de videovigilancia no tenían consideración alguna, se ven enormemente favorecidos con la incorporación de las tecnologías basadas en redes IP mediante la aplicación de diferentes algoritmos de compresión que reducen enormemente el ancho de banda consumido. Si además añadimos que las operadoras están aumentando continuamente el ancho de banda, los sistemas basados en redes IP no es una tecnología de futuro, hoy ya es un presente.
La diferencia de costos entre uno y otro sistema es muy relativa y tiene mucho que ver la infraestructura del lugar donde se la instale. Si ya existe una red instalada, que está en buen estado y no necesita un cable adicional la diferencia puede ser entre un 20% y un 50%. Sin embargo los sistemas IP todavía tienen un valor alto en comparación a los analógicos.
A pesar de esto el usuario debe considerar está tecnología como una alternativa real a día de hoy, y con toda seguridad de un futuro muy próximo.